Sostenibilidad

La dimensión de la sostenibilidad abarca un conjunto de competencias transversales que buscan garantizar un equilibrio armonioso entre el desarrollo humano, social y económico, y la preservación del medio ambiente a largo plazo. Comprende las siguientes competencias: gestionar el cambio, buscar la sostenibilidad, identificar la oportunidad, respetar los valores, tener la consideración y promover la ecuanimidad.

Gestionar el cambio implica tener la capacidad de adaptarse y responder de manera efectiva a los desafíos y transformaciones que surgen en el entorno. Esta competencia se basa en la habilidad de anticipar y gestionar los cambios de manera estratégica, fomentando la innovación y promoviendo la adopción de prácticas sostenibles en diferentes ámbitos.

Buscar la sostenibilidad implica tener una visión a largo plazo y tomar decisiones que tengan en cuenta las repercusiones sociales, económicas y ambientales. Esta competencia se basa en la capacidad de comprender y evaluar el impacto de nuestras acciones en el presente y en el futuro, promoviendo soluciones sostenibles que preserven los recursos naturales y mejoren la calidad de vida de las generaciones futuras.

Identificar la oportunidad implica tener la capacidad de reconocer y aprovechar oportunidades para promover prácticas sostenibles. Esta competencia se basa en la habilidad de estar atento a los cambios y desafíos del entorno, identificando oportunidades para implementar soluciones innovadoras y generar un impacto positivo en el ámbito social, económico y ambiental.

Respetar los valores implica actuar de manera ética y responsable, considerando los principios y valores fundamentales en nuestras decisiones y acciones. Esta competencia se basa en la capacidad de reconocer y respetar los derechos humanos, la diversidad cultural y los valores éticos universales, promoviendo la equidad, la justicia y el respeto hacia todas las personas y el medio ambiente.

Tener la consideración implica tener una actitud empática y compasiva hacia los demás, reconociendo sus necesidades y prioridades. Esta competencia se basa en la capacidad de escuchar activamente, tener empatía y considerar los impactos de nuestras decisiones y acciones en la comunidad y en el medio ambiente.

Promover la ecuanimidad implica buscar un equilibrio justo y equitativo en nuestras interacciones y decisiones. Esta competencia se basa en la capacidad de tratar a todas las personas de manera justa, sin discriminación ni prejuicios, y promover la equidad de género, la inclusión social y la distribución justa de los recursos.